martes, 17 de febrero de 2015

¿Qué ha mejorado en el equipo toledano?

Una buena defensa es un buen ataque, dice un tópico común en el mundo del fútbol. Y razón no le falta. Todos sabemos que el hecho de no encajar gol te da como mínimo 1 punto y señal de competitividad.

El CD Toledo encajó un total de 29 goles en los primeros 19 partidos de Liga. Una barbaridad. Y más para un equipo de la identidad Visnjic, que normalmente, se basa en ser un conjunto sólido y que concede poco atrás. Pues bien, si la primera vuelta fue un drama en este apartado mencionado, en la segunda está siendo todo lo contrario, el equipo ya ha jugado 6 partidos en lo que respecta a la segunda vuelta y solamente ha encajado 4 goles. Además, en ninguno de los 6 encuentros, ha recibido más de 1 gol por lo que siempre ha tenido opciones de puntuar y lo ha hecho en todas las jornadas exceptuando el partido jugado contra el Real Unión de Irún.
El apartado defensivo ha tenido una mejoría en cuanto datos, ya que se viene de encajar 1.5 goles en la primera vuelta por partido a 0.66 en la segunda. Pero eso es solamente la parcela defensiva.


En la parte ofensiva, con balón, el equipo tiene las ideas claras. El momento actual de Rufino hace que sea el jugador referente en todo el ataque, él solo se basta para meter los goles del equipo y ayudar a sus compañeros para avanzar líneas. El equipo siempre busca al “9” mediante un balón largo desde la defensa (normalmente el encargado de ello es Garcés si está disponible por su gran envío largo, muy potente) y a partir de ahí, tras colocar el balón en campo rival, seguir jugando. Si la pelota se pierde, se realiza una presión para intentar recuperar el balón.
El CD Toledo de Visnjic no tiene los mecanismos que tenía el de Idiakez para sacar la pelota desde atrás en el Salto del Caballo. Cuando lo hace jugando por abajo, suele perder la posesión en zonas del campo comprometidas, por lo que el riesgo a asumir intenta ser el mínimo. De ahí que por ello se busque más el desplazamiento en largo y directo hacia un delantero con tan buen juego de espaldas como es Rufino.

La figura de Colinas cobró importancia en el encuentro contra el Sestao. La mejor versión que hemos visto de Julen es detrás del punta, allí ofrece un repertorio de desmarques más amplio y su movilidad en el frente de ataque es mayor, está en constante movimiento. Colinas jugó la mayoría de partidos esta temporada en banda y su radio de acción era menor anclado a la línea de cal. Eneko, que es un jugador dotado de más técnica, pasó a jugar en banda derecha. Con el paso del tiempo veremos si esta modificación solo ha sido por decisión técnica de un partido o por el contrario será una variante que veamos más a menudo.


Sorribas, un líder. Ante el nerviosismo que ofrece un equipo que está mal en el apartado psicológico tener un líder en el campo ayuda a mantener activos a los demás. Sorri no permite que nadie se vaya del partido, sus constantes instrucciones ofrecen que los jugadores de campo estén concentrados en todo momento. El problema para el entrenador es que su puesto es el de competir con Aicart, que está siendo junto a Rufino uno de los jugadores de la temporada. Es un dilema que tendrá que afrontar.


@TCfpro1 / Zeus Martínez García.

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